En la novela de cien años de soledad podemos observa las apariciones bíblicas que existe en los contestos interpretados por Gabriel García Márquez. Como por ejemplo la fundación de Macondo, ahí se observa a un Moisés quien es José Arcadio Buendía, quien guía a su familia y amigos en el camino.
Otra observación es la rivalidad de los hermanos José Arcadio y Aureliano que quedan comparados como Caín y Abel, que aparecen en el viejo testamento de la biblia; también se menciona la creación del Génesis, cuando dicen que “el mundo era tan resiente que michas cosas carecerían de nombre y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”; pero también la mención Apocalíptica, que se representa cuando Aureliano Babilonia descifra los manuscritos de Melquíades y descubre cómo acabará Macondo y su familia.
También se relaciona con el Diluvio universal, que asedian a Macondo durante casi 5 años, y la plaga, cuando la ciudad sufre de insomnio que da como origen el olvido de los objetos. Pero lo más resaltante de la novela fue el pecado original, que da como castigo más temido que es el incesto de los Buendía.
Que conclusión podríamos sacar de este análisis de la novela, que Gabriel García nos quiso asimilar la religión en nuestra vida cotidiana. Ya sea como plaga del insomnio o la representación de un guía en nuestra sociedad, ya se nuestro padre, amigos o maestro.
Las historias de la biblia no son solamente relatos, sino que son una a similitud de sucesos que pueden ocurrir en nuestra vida como personas. Solo hay que saber interpretar.
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